Con este libro ya clasico, Alatorre nos permite adentrarnos en la historia de nuestro idioma de una manera apasionante, pues vemos su evolucion como parte de nuestra propia historia, no como un asunto que compete solo a profesores de linguistica. Los idiomas, afirma, no toleran la inmovilidad, puesto que reflejan las transformaciones historicas, por lo que hace un llamado a olvidar la defensa a ultranza del espanol.