Donde hay amor, hay conflicto. Sin embargo, el conflicto y la ternura encajan, sobretodo en parejas y familias. Pero existen ciertas reglas, que deberían respetar los adversarios para que el amor pueda volver a fluir. La razón por la cual muchas familias sucumben hoy en día es la incapacidad de manejar de manera constructiva los conflictos.