Qué es el gaypitalismo? ¿Cómo ha pasado una comunidad de ser la más admirada y luchadora a raíz del SIDA, con todos los logros conseguidos, a ser sometida por el liberalismo y convertirse en su gran capataz? ¿Cómo han conseguido unos cuántos oligayrcas hacerse con ella y transformarla en un negocio? A esto y a mucho más es a lo que trató de responder Shangay Lily en su última obra.
Un texto contundente, radical, políticamente incorrecto, escrito sin cortapisa alguna, con una crítica directa al corazón mismo del mundo gay, a quienes en su seno pusieron en marcha una maquinaria servida por la lógica del capital que ha contribuido a hacer de lo que era (y debe seguir siendo) reivindicación un gran negocio, amparado, como no puede ser de otra forma, por una marca que, «alegre y divertida», en lugar de liberar genera discriminación y marginación.
El libro póstumo de un activista comprometido, cuya denuncia y energía constituyen una llamada para que otros continúen una lucha que aún tiene mucho que ganar.
Un texto contundente, radical, políticamente incorrecto, escrito sin cortapisa alguna, con una crítica
directa al corazón mismo del mundo gay, a quienes, en su seno, pusieron en marcha una maquinaria
servida por la lógica del capital que ha contribuido a hacer de lo que era (y debe seguir siendo)
reivindicación un gran negocio, amparado, como no puede ser de otra forma, por una marca que,
«alegre y divertida», en lugar de liberar, genera discriminación y marginación.
Shangay Lily, feminista, gay, ateo, escritor, artista y activista («artivista»), ha sido una de las figuras más relevantes del ámbito homosexual en España. Siempre fue un disidente pionero; siempre estuvo fuera del sistema, para, desde su independencia, alzar su voz de denuncia e intentar reformarlo. Luchó en muy diversos ámbitos del activismo social, queer, gay y feminista. Fue la primera drag queen de España, posición desde la que cuestionó los géneros y el machismo. Creó el Shangay Tea Dance, la primera fiesta temática gay, y Shangay Express, la primera revista gratuita exclusivamente gay. Por supuesto, no se puede soslayar su carrera en televisión, donde fue uno de los primeros personajes en mostrar abiertamente su homosexualidad; empezó en 1994, triunfando en las principales cadenas, y terminó por decisión propia en 2005 tras el reality de Antena 3 La Granja, como denuncia a la manipulación del medio televisivo. Su trayectoria ha estado marcada por su firme compromiso con el movimiento LGTB y con la izquierda, alejado en ambos casos de cualquier postura acomodaticia. En los últimos tiempos fue comentarista habitual del diario "Público", donde escribía su blog «Palabra de Artivista»