Engarzado dentro de la corriente narrativa de sus Libros azules, Alegato de un loco conocido también como Autodefensa es la crítica más airada que conoció Europa y en particular su natal Estocolmo de parte de Strindberg. Acudiendo a todas las referencias que tenía a la mano y que tan bien supo manejar en el semiautobiográfico Inferno y en el terrible El hijo de la sirvienta, Strindberg nos cuenta aquí de los demonios que lo persiguen era solitario y quizá también un loco que igual gozaba de la fama y el reconocimiento internacional, como vivía sometido a la terrible tortura de un mundo que no lo comprendía, lo rechazaba, lo humillaba. Strindberg oscilaba continuamente de la grandeza a la más infame denigración, atacaba a todo el mundo, a sus exesposas, a sus amigos, a quienes lo habían ayudado para representar sus obras teatrales.