La ambición fue su verdadero amor o, si se quiere, su consolador de amores verdaderos. Este fragmento dirigido a carlota, está en el fondo de quien se dedica a cultivar el poder. En efecto, el sueño de Maximiliano de tener sobre sus sienes una corona lo llevo a una des-ventura sin retorno: antes de tomar nuestro país, tuvo que renunciar a heredar el trono austriaco y romper a fondo con su hermano, tuvo que confiar en napoleón iii y, romántico extremo, confío en que el bien que pregonaba, pese a todo, finalmente triunfaría. Pero no paso mucho tiempo en que se vio en lo más alto del precipicio. Un impulso de sobrevivencia lo llevo a abdicar e intentar regresar a Europa, sin embargo la inclemencia de carlota, de su madre y de su hermano, ya que le escribieron que un Habsburgo jamás huía del campo de batalla cargando sobre las espaldas la humillación de la derrota, antes que eso, dijeron, era preferible la muerte. Maximiliano no encontró mejor camino sino el de asimilar tan duras palabras y, finalmente, se vio obligado a volver sobre sus pasos e iniciar su des-ventura final y trágica. En esta obra se narran las actividades políticas que desplegó en Querétaro y se muestran aspectos poco conocidos, como el que haya levantado un juzgado militar para implementar una paz a través de los fusilamientos e, igualmente, la política indigenista de Maximiliano y su relación con hacendados e industriales. También se desglosan los últimos días de asedio durante el sitio, las batallas, las peripecias de su prisión y su condena hasta el drama amargo del destino cruel de su cuerpo después de haber sido pasado por las armas: las tribulaciones de su embalsamiento.