Ana Bolena llegó al mundo en 1501; a diferencia de la mayoría de las inglesas, tenía una belleza mediterránea, y con ese bagaje habría de convertirse en una mujer subyugante y misteriosa, pero también ambiciosa y astuta. Ésta es la historia de una de las reinas más influyentes de Inglaterra. Considerada una mártir de la Iglesia Protestante, pasaría a la historia como la mujer que figuradamente hizo perder la cabeza a Enrique VIII, para después ser decapitada por él mismo.