El título del presente trabajo reclama una previa aclaración. Con la palabra «profanos» designamos a los individuos ajenos a la profesión médica. La cuestión planteada es la de si puede serles permitido a médicos como a no médicos el ejercicio del análisis.
Esta cuestión aparece dependiente de circunstancias temporales y locales.
Temporales, porque hasta el día nadie se ha preocupado de quiénes ejercían el psicoanálisis, indiferencia tanto más absoluta cuanto que se derivaba del deseo unánime de que nadie la ejerciese, apoyando con diversas razones, pero fundado realmente en una misma repugnancia.
La pretensión de que sólo los médicos puedan analizar responde de este modo a una nueva actitud ante el análisis, que habrá de parecernos más benévola si evitamos ver en ella una mera ramificación encubierta de la primitiva hostilidad.
Así, pues, se concede, ya que en determinadas circunstancias resulta indicado el tratamiento psicoanalítico, pero se pretende que sólo un médico puede encargarse de él. En páginas ulteriores investigaremos los fundamentos de esta limitación.