Es un hecho que todas las iglesias han colaborado con los poderes en turno, desde el emperador Constantino hasta el clero ortodoxo, bajo Stalin. En esta obra, sin embargo, se muestra que, a partir de los textos bíblicos, el cristianismo, en su relación con la política, predispone a la insumisión, a la disidencia, al simple rechazo de todo poder, de toda jerarquía. Jacques Ellul conduce al creyente a profundizar su fe bíblica y su esperanza escatológica a la luz de dos verdades perturbadoras e incómodas, la de la tecnología moderna y sus malévolas consecuencias y la de la subversión del Evangelio.