En los cuarenta escasos años que corren entre 1868 y 1908, Angel de Campo vivio su ciudad, la Ciudad de Mexico, como nunca nadie la había visto siquiera. Micros es el cronista de esta extraña ciudad contrahecha con las miserias de un siglo en exacto contrapeso a los esplendores coloniales y escandilada con las promesas del XX moderno. Micros es una imprescindible de nuestra cultura,leído en estas paginas por primera vez íntegramente.