Blanche conoce a Christa en la Universidad de Bruselas. Ambas tienen dieciséis años, pero mientras que Blanche es una adolescente solitaria, tímida, introvertida e insegura, Christa deslumbra por sus dotes de seducción y su tremendo descaro. El encuentro de estas dos personalidades antagónicas podría haber propiciado una amistad duradera y, en cambio, se convierte en una pesadilla para Blanche. Lo que en principio parecía amistad resulta ser el inicio de un doloroso camino de manipulación, abusos y humillaciones en el que Christa es el verdugo y Blanche la víctima. De la decepción al odio, de la admiración al desprecio, Blanche decide rebelarse, rompiendo así una destructiva inercia de dominio psicológico. Antichrista, tragicomedia iniciática sobre las dependencias emocionales de la adolescencia, es también una reflexión sobre la vulnerabilidad, el sufrimiento y las expectativas de esa tierra de nadie situada entre la infancia y la juventud. Amélie Nothomb dijo en una ocasión que «un libro es un detonador que sirve para hacer reaccionar a la gente», y Antichrista no es una excepción. Directo, ameno, con una precisión analítica no exenta de ironía, el estilo de Nothomb vuelve a alcanzar el nivel al que ya tiene acostumbrados a sus lectores, en este caso retratando los temores más oscuros y el lado más neurótico de la amistad.
«Nothomb posee el arte de resucitar el mundo en una frase» (Pierre Assouline).
«Tiene una indiscutible habilidad para saber traducir sus manías a un estilo narrativo y dialogado absolutamente eÿcaz» (Gabriella Bosco).