Las reflexiones de Ernst Jünger sobre el oficio del autor y el lugar de la escritura en la cultura y la sociedad de hoy pueden leerse como la recolección de una generosa cosecha especial que fue madurando durante muchos años de experiencia como novelista y ensayista. No cabe esperar en estas páginas tópicos, máximas magistrales o elogios vacíos de la literatura pura; Jünger es fiel a sí mismo y examina su arte con pasión, pero también con humor y con una ácida conciencia de la realidad en la que escritores, autores, críticos y editores comparten los libros, sin minimizar los factores políticos,