Aparentemente hablamos de estereotipos femeninos, chicas de portada; like María, Jackie e Irma. En el iPod, Madonna la triunfadora por excelencia entona Vogue, estimulando a las Barbies a conquistar el mundo desde Sanborns. En un país con indígenas chiquitos y morenitos, ser high life tiene extrañas ventajas: abundancia económica, belleza, pastillas, esbeltez, anorexia, orgasmos, soledad, vacío, frivolidad y, de pilón, diosito, amigo cercano del colegio de monjas. Bibi, Chiquis y Nené buscan Die another day... but maybe today is the day.
El dramaturgo regiomontano Mario Cantú traza un tríptico perfecto: mujer, imagen e identidad. Esta obra desnuda prenda por cirugía a una sociedad plástica que intenta esconder secretos con tiras de piel de la familia. Ser hija de papi es sinónimo de juguete incapaz de rechazar las caricias paternas... aunque éstas duelan o desnuden. Para olvidar es mejor permanecer en el escaparate: la caja plástica donde son exhibidas de tiempo completo. Así como las niñas bien van en descenso en la fucking resbaladilla, así caemos en esta historia, riéndonos al principio de tres estúpidas mujeres y despues asomandonos con ellas a un mundo paralelo, lejos de la cloaca familiar.
Una delicia para tres actrices, un buen texto para -no- cualquier director... Un espejo social donde es mejor no mirarse. You know darling?