En la introducción de este libro el autor se pregunta por qué en las ciencias sociales el estudio de la sexualidad es con frecuencia subsumido en análisis de formas institucionalizadas de la regulación sexual, como el matrimonio; citando a Rosalind Coward, continúa: "¿Por qué no hay una teoría de las formas de dominación y desigualdad en la dinámica de las relaciones sexuales? ¿Por qué no hay una comprensión de la construcción de la identidad sexual o una consideración de la distribución del poder y el status que esta identidad podría entrañar?". Estos interrogantes indican los caminos de la investigación que realiza, utilizando datos y métodos inspirados en sus observaciones del comportamiento de los griegos modernos y en lecturas de antripología social y cultural contemporánea.
En una secuencia de ensayos que comienza con tres trabajos sobre los hombres (Andres) y continúa con las vidas y las representaciones de las mujeres (Gunaikes), Winkler analiza las convenciones fundamentales del sexo y el género en la antigua Grecia, valiéndose no sólo de grandes obras literarias, desde safo a Longo, sino de fuentes marginales como "El Análisis de los sueños", de Artemidoro, y los papiros mágicos.