sidore Mazal acaba de aterrizar en la adolescencia, es el menor de seis hermanos y vive en un pequeño pueblo francés. Sus hermanos Berenice, Aurore y Leonard están a punto de doctorarse; Jeremie toca en una orquesta sinfónica y Simone, un año y medio mayor que Isidore, ansía ser novelista. Los chicos solo abandonan sus habitaciones para reunirse en el viejo sofá, desde donde analizan series de televisión a la luz de la Poética de Aristóteles. Al contrario que sus hermanos, a Isidore nunca lo han adelantado un curso ni tampoco ha escrito una tesis doctoral, pero se da cuenta de cosas que el resto parece ignorar y hace preguntas que nadie se atreve a formular. Cuando la tragedia irrumpe en la vida de los Mazal, Isidore es el único en percatarse de cómo los miembros de su familia lidian con el dolor y se convierte, con toda probabilidad, en el único que puede ayudarlos, si es que antes no consigue escaparse de casa. Ya lo ha intentado unas cuantas veces, pero la jugada no acaba de salirle bien.
Las vidas de todos estos personajes toman forma a medida que Isidore nos las cuenta desde su punto de vista ingenuo, inocente y, en ocasiones, cruel. En su afán por entender a los adultos que lo rodean, y gracias a la combinación de una empatía extraordinaria y una rabia profunda, acaba por llegar a conclusiones tan cómicas como desgarradoras. En Cómo comportarse en la multitud, Camille Bordas consigue que el lector se sumerja en la vida interior de un niño perplejo ante el mundo de los adultos que poco a poco va comprendiendo que, en realidad, estos se sienten tan perdidos como él.