LA SONORIDAD DISCURSIVA TRANSFIERE SU ALIENTO ENFRENTÁNDOSE A UN ANDAMIAJE ÓPTICO, CONMOVEDOR Y LACERANTE AL MISMO TIEMPO: EL GUIÑO INEVITABLEMENTE TRANGRESOR ONTO/ILÓGICO, DONDE INCLUSO DESDE EL SILENCIO SE CONFIRMA LA POESIA SOSTENIDA POR LA FURIA DE SUS MIEDOS. LECTURA AL FILO PROPICIO DE LA NAVAJA, ABARCA ENTRAÑABLES PEDAZOS DE VIDA CONFRONTADOS EN LA ESENCIA RECEPTIVA- EXISTENCIAL DEL AUTOR