Nuevamente los estudios de género arrojan luz sobre episodios históricos: la reconstrucción nacional, comprendida entre 1920 y 1934, la génesis del sistema político mexicano prevaleciente durante el resto del siglo XX. La autora reconoce en esta etapa postrevolucionaria los vínculos que el poder político mantiene con las estructuras más básicas de la sociedad, que son precisamente las relaciones asimétricas y desiguales entre hombres y mujeres: se promovió un reordenamiento social que imponía un tipo de relaciones de género, al mismo tiempo implicaba el reforzamiento de una serie de instituciones y mecanismos de vigilancia estricta del comportamiento de los individuos en tanto sujetos de género.