Tanto el hombre aparentemente sano como el estreñido tienen su tracto alimentar, desde la boca del ano hasta la garganta, lleno de mucosidades enfermizas no digeridas, descompuestas y de sustancias alimenticias retenidas, en un estado de fermentación y putrefacción, puesto que durante toda su vida, sus intestinos nunca tuvieron una limpieza perfecta. Prueba de ello, es que después de cada evacuación, el ano necesita ser limpiado artificialmente, lo que nos indica que las paredes internas de los intestinos retienen, después de su paso por ellas, esta misma suciedad. El autor de este librito fue declarado "incurable" de la Enfermedad de Bright por los médicos de la medicina ortodoxa, pero después de cuatro años de un estudio minucioso y de experimentos peligrosos en su propio cuerpo, pues varias veces estuvo a punto de morir, descubrió la siguiente verdad: "La enfermedd es el esfuerzo de la Naturaleza para librar el cuerpo de materias enfermizas y eliminar los residuos del sistema corporal", y sostiene que la mayoría de las enfermedades son la consecuencia de hábitos de comer equivocados, de alimentos erróneamente combiandos, de alimentos acidulados y de las preparaciones comerciales que nuestra actual civilización y el hombre en general está cargando con tal masa de suciedad interna que sólo puede ser considerada como indescriptible. En las siguientes páginas se enseñará la manera de contrarrestar las consecuencias de tales errores, que la mayoría sufre sin darse cuenta de ello.
Arnold Ehret, fue el creador del Sistema curativo por la Dieta Amucosa y uno de los fundadores del Vitalismo en la dietética. Nació el 27 de julio 1866 en Friburgo, de padres veterinarios y abuelos médicos, fue Profesor de química y de dibujo, a pesar de lo cual llevó a cabo una gran misión humanitaria como médico. Interesado en descubrir las causas de la enfermedad, en lugar de obtener un título de médico, se trasladó a Berlín para estudiar los métodos de curación alternativa y el vegetarianismo que comenzaba a extenderse en Alemania. Viajó por todo el mundo, pero fue en su viaje a Palestina donde entró en contacto con una filosofía que le llevó a una comprensión clara de los errores de la medicina y de la nutrición que aún hoy se conservan. De vuelta a Europa, finalmente curado y en un estado de salud óptima, abrió una clínica en Suiza, donde miles de personas que sufrían enfermedades incurables, se recuperaron. Su trabajo fue siempre su ideal, sin pensar en las consideraciones económicas, ya que sus necesidades eran muy pocas. Como practicaba lo que predicaba y por su forma de vida muy frugal, no tuvo preocupaciones financieras y se movió entre la multitud, tomando sólo la bondad y el amor de sus semejantes. El 9 de octubre de 1922, terminó una serie de cuatro conferencias sobre la salud por medio del ayuno y la cura de uvas, en el Salón de Actos del Hotel Ángeles, donde muchas personas no pudieron conseguir sitio. Después de salir del edificio, Ehret, de 56 años, se cayó y se dio un golpe mortal en el cráneo. Muchas personas conservan dudas sobre la causa oficial de su muerte, preguntándose si su caída fue un accidente, debido a los éxitos de gran alcance que había obtenido en la curación, junto con su nuevo estilo de vida influyente y radical que desafió la industria médica, agrícola y farmacéutica y a sus escritos sobre religión y familia que eran tan polémicos.