¿No es nuestra época la del eclipse de la muerte? Entre los sueños de inmortalidad, el culto a la juventud y el miedo al cadáver, la muerte ya no debe ser parte de la vida. Está oculta, distorsionada, eclipsada. Es a la vez un eclipse del lenguaje (donde "partir" sustituye a "morir") y un eclipse social (la muerte fue evacuada de la ciudad). Hoy el transhumanismo lleva y completa este eclipse. La vida es ahora sin muerte y la muerte, sin vida. Al analizar lo que el eclipse de la muerte nos dice acerca de nuestro tiempo, Robert Redeker evoca los temas de la cremación, la eutanasia y el lugar del cuerpo y plantea una cuestión crucial para nuestra sociedad contemporánea: ¿por qué debemos alegrarnos de tener que morir?