La sexualidad y la educación sexual están presentes en todos los espacios en que ocurren las interacciones humanas, donde se expresan las emociones y los deseos. La escuela no es la exclusión, la sexualidad está presente no sólo en los contenidos, sino también en las formas de relación cotidiana, donde se aprueban o desaprueban o desaprueban determinados comportamientos. Tomando a Freire y a Foucault, la educación de la sexualidad se entiende como el proceso a través del cual los seres humanos pueden aprender y desarrollar los conocimientos, actitudes y valores de autorrespeto y de respeto hacia los demás, con una conciencia clara de las finalidades de la sexualidad.