En 1953 se estrena en París una controversial obra de teatro que rompe con las unidades clásicas para plasmar de la forma más cruda la condición humana en su más alto grado de absurdo, mostrando un mundo sin Dios, ni ley ni sentido. Dos actos, una sola escenografía y cinco personajes serán suficientes para mantener al lector/espectador al borde del asiento, esperando conocer al siempre misterioso e indescifrable Godot.
Galardonado en 1969 con el Premio Nobel de Literatura, Samuel Beckett dramaturgo, narrador, poeta y crítico irlandésha sido considerado como uno de los máximos representantes de la vanguardia europea y del teatro del absurdo, por su estilo sencillo pero lleno de significado filosófico. Otras de sus obras más reconocidas son Final de Partida y Los días felices.