Desde los orígenes del estado del Bienestar la familia ha sido objeto de atención pública, aunque actualmente el interés por su análisis es creciente. La razón principal de este renovado interés se encuentra en uno de los nuevos retos que enfrenta el Estado del Bienestar: la extensión de nuevos riesgos asociados a cambios en la familia cómo agente productor de servicios de cuidados, y en concreto, los relacionados con la creciente participación de la mujer en el mercado de trabajo. Nuevas necesidades y riesgos aparecen ante el imperativo de compaginar la vida laboral y familiar, debiendo el grupo familiar establecer estrategias para gestionarla.
En ello puede contar las oportunidades que a través de sus políticas ofrece el Estado para hacer frente a este nuevo cleavage articulado en torno al conflicto igualdad laboral vs. distribución de responsabilidades de cuidado dentro de la familia.
Junto a la presentación de argumentos analíticos sobre la importancia y naturaleza de las políticas públicas orientadas a este asunto, María Jesús Rodríguez García analiza en estas páginas su efecto sobre las estrategias familiares de producción de bienestar. Mediante el análisis comparado de 15 países de la Unión Europea en el período 1970 - 1999, muestra la importancia de tales políticas como oportunidades en el desarrollo de diferentes estrategias familiares relacionadas con la atención a sus miembros dependientes.
