Este libro constituye una valiosa aportación para la investigación y la práctica sobre análisis y resolución de conflictos desde una perspectiva narrativa. Se basa en tres ideas fundamentales: la teoría narrativa crítica, la teoría de la transformación narrativa y la ética estética. El objetivo que la autora propone, en un proceso de la resolución de conflictos, es el paso desde una narrativa conflictiva (conflict story) hacia una historia mejor construida (better-formed story), a través de la consecución de momentos críticos (critical moments) y giros (turning points), tomando en cuenta la propia subjetividad y el testimonio de sufrimiento del Otro, así como dándoles voz y teniendo en cuenta el espacio donde se haga el proceso. Por lo tanto, el libro de Sara Cobb proporciona bases filosóficas sólidas para la resolución de conflictos a nivel local, nacional e internacional. Retoma autores como: Arendt, Levinas, Rancière, Foucault, Ricoeur, Lyotard y Derrida, entre otros. Dentro del contexto de la violencia actual o pasada, la gente relata lo que pasó, quién le hizo algo a alguien y por qué. No obstante, a menudo hablar de violencia implica reproducir las fracturas sociales y deslegitimar una vez más a quienes luchan en contra de su propia marginalización. En este hablar de violencia, se profundizan los conflictos y se perpetúan muy a menudo los ciclos de violencia. En otros casos, a veces, la gente no habla de la violencia, sino que la borra y la entierra con su cuerpo que es testigo de ella. Eso reduce la capacidad del público de abordar cuestiones que surgen como consecuencia de la violencia y de la represión. Hablando de violencia parte de la noción de narrativa como fundamental en el análisis de los conflictos y en las resoluciones. A diferencia de las teorías sobre el conflicto que se basan en una descripción de actitudes o percepciones de la mente de los individuos, este enfoque narrativo presupone que el significado, estructurado y organizado en procesos narrativos, es el lugar tanto para el análisis de los conflictos como también para la intervención. No obstante, el significado es político, en la medida en que no todos los relatos pueden contarse o porque el modo en el que se cuentan deslegitima y borra el resto. Por eso, la teoría de la crítica narrativa destacada en este libro propone un enfoque normativo de la evaluación y de la intervención de la narrativa. Provee un modo para evaluar la narrativa y diseñar relatos mejor formados: mejor porque generan relaciones sostenibles que otorgan legitimidad a todas las partes. Al hacerlo, funcionan estética y éticamente para fomentar el surgimiento de nuevas historias y nuevos futuros. De hecho, la teoría de la crítica narrativa nos ofrece una nueva mirada para permitir que la gente hable de violencia de un modo tal que pueda socavar la dificultad para tratar un conflicto.