El mejor relato del mundo. Harold Bloom. En los últimos meses de su vida, había comenzado a estudiar chino, prueba irrefutable de la juventud de su espíritu y de esos momentos de locura que jalonaron siempre su genialidad. Mario Vargas Llosa. Tolstói ha mirado con sus sentidos durante toda su vida y luego ha plasmado lo que ha visto: no conoce el ensueño sino la realidad. Stefan Zweig.