Tras el arranque del sedentarismo agrícola, el área que comprende grosso modo lo que hoy es el trópico mexicano y la mitad occidental de Centroamérica fue durante cuatro milenios escenario del nacimiento, florecimiento y ocaso de sociedades indígenas íntimamente vinculadas por un sustrato cultural común. Hoy conocemos a estos individuos con el nombre genérico de mesoamericanos, y distinguimos entre ellos, a lo largo de los diferentes periodos, pueblos tan pujantes y diversos como los olmecas, teotihuacanos, mayas, zapotecos, huastecos, otomíes, mexicas, tarascos, y muchos más.