La letra escarlata no es una novela bonita y agradable. Es algo así como una parábola, una historia terrena con un significado infernal.
Siempre existe esta división en el arte americano y en la conciencia del arte americano. La superficie es agradable como una torta. Hawthorne, en vida, era un ser amable de ojos azules, lo mismo que Longfellow y las demás palomas arrulladoras americanas. La esposa de Hawthorne decía que nunca lo vio a tiempo, lo cual no quiere decir que lo vio demasiado tarde, sino que, siempre se presentó antes sus ojos en el tenue resplandor de la eternidad.
Todos ellos eran serpientes. Véase el significado profundo de su arte y entonces resultará fácil comprobar qué clase de demonios eran.
Para mí La letra escarlata es una de las alegrías más grandes que se encuentran en toda la literatura. ¡Qué maravilloso sentido oculto y qué duplicidad perfecta!