El hecho de que este libro, a más de medio siglo de su publicación, siga ganando la atención y el interés de los lectores tanto occidentales como orientales, y no solamente en calidad de texto clásico sobre el tema, sino como una obra de consulta indispensable para cualquier estudio que se emprenda sobre el pensamiento, la filosofía y el arte del Extremo Oriente, dice del extraordinario talento literario y los sólidos conocimientos del autor sobre la sutileza y profundidad de la mente creadora del hombre oriental. Por otra parte, los acontecimientos políticos, económicos y culturales de nuestro siglo nos permiten comprobar hasta qué punto es ajustada la visión histórica de Okakura en cuanto a las relaciones mutuas o al acercamiento entre Oriente y Occidente, en el plano cultural y espiritual.
Quizá el mérito mayor de este libro lo constituya el hecho de ser el primero que, escrito por un oriental y en idioma europeo, ofrece al conocimiento del mundo occidental la clave y el futuro más maravilloso de la mente extremo-oriental: el Zen, y por tanto, el taoísmo y la filosofía del té.