Un niño huye de Polonoa con su familia para refugiarse durante la guerra en Rusia y Tayikistan; años después deciden exiliarse en México, donde inicia su carrera teatral, y acaba por convertirse en uno de los grandes maestros de arte en nuestro país. Ludwik Margules es un testigo y un sobreviviente que jamás desperdicio algo que lo nutriera. Este perfecto mestizo cultural (según se define a si mismo) ha devorado la extraordinaria experiencia de su vida, las lecciones de una historia que vivió en carne propia, y ha forjado con su apetito proverbial la largueza de su cultura, para reconvertirlas, una y otra vez en la llama abrasadora de su teatro.