Sus personajes transitan por esos lugares comunes que no es posible esquivar. La calle, la oficina o el dormitorio les sirven de improvisado escenario para mostrar al lector aquello que desean, aquello que aguardan o lo que temen. Con el mismo estilo que la crítica aplaudiese en su debut narrativo, e idéntico acierto para captar instantes que revelan existencias casi completas, Irene Jiménez vuelve para ofrecernos una selección de historias tan comunes como los lugares que las albergan, y a la vez tan singulares como lo es la aventura diaria de cada uno de nosotros.
Los cuentos de Irene Jiménez extienden al contexto del lector toda la magia, el misterio y las dudas a que está sometido el trabajo del artista. Además, la joven escritora hace gala de una excelencia estilística y argumental, Víctor Andresco, El País;
Un empeño magníficamente llevado a cabo [
] Delicado, sutil, conmovedor, Francisco Solano, El País;
Pese a su juventud, Jiménez demuestra seguridad en el planteamiento de las situaciones, dosifica bien los diálogos y logra presentar a sus personajes para que resulten verosímiles, además de anclarlos en la historia con sutileza y claridad, Care Santos, El Cultural de El Mundo.