Aquello que nos ata, nos libera. Frida es un testimonio de ello. Así fue su relación con Europa, la ambivalencia, el origen y el destino, el gusto y el desencanto, la perspectiva de futuro y el peso de la incertidumbre... Hoy revisita todo el planeta, y la humanidad empatiza con ella haciéndola renacer en cada mirada, en el desentendimiento de la sobre información, eternizada en las palabras, desdibujada en el comercio, recreada a partir de su propia esencia y su arte. No sólo fue el lazo alrededor de la bomba, como la describió Breton.
Guillermo KAHLO
Era febrero de 1939 cuando Frida Kahlo, conocida en Europa como Madame de Rivera, se embarcó en el Normandie rumbo a París en el puerto de Nueva York. Dejaba atrás una ciudad que la había acogido durante su última exposición en la Galería Julien Levy, donde algunos de sus cuadros habían encontrado nuevos propietarios. Ese pequeño triunfo en el mundo del arte no la deslumbraba; sabía que aún le quedaba mucho por demostrar, conquistar la Cuidad Luz y el resto del viejo mundo.
Miguel VAYLON (Misha)
¿Diego Kahlo, Madame Rivera? Sí, ¿y qué? Ojalá haya más lecturas en torno a los roles de pertenencia y nomenclatura al interior de las parejas, las cuales permitan a los involucrados estar mejor y tener una relación más armoniosa. Se imaginan las discusiones entre ellos en las que estuvieran abordando todos estos temas. No lo duden, las tuvieron.
Juan Rafael Coronel RIVERA