SECCHI NICOLAS, NIKOS CABRERA RAYO, ALFREDO BARRERA CRUZ, RAMON
Aunque artificiosamente separadas como especialidades, la medicina interna y la obstetricia se enlazan en la atención apropiada y pertinente de las mujeres en gestación. Por supuesto que el obstetra suele tener las competencias para el manejo de la mayoría de las eventualidades que transcurren durante el estado grávido, pero ocasionalmente tiene que solicitar la colaboración de expertos en otras áreas, precisamente cuando su autocrítica se lo demanda.
Hablar de medicina interna en la obstetricia no equivale a una suma algebraica de los conocimientos de ambas disciplinas. La esencia está en sus interacciones, en sus complejidades, en sus repercusiones. Por ejemplo, el embarazo como terreno para la enfermedad incidental, como predisposición a trastornos específicos, como riesgo singular para afecciones que de otro modo serían menos trascendentes, como visión ante la particularidad de dos pacientes simultáneos e interactuantes; las influencias recíprocas entre enfermedad y embarazo, el enmascaramiento y la modificación de los síntomas, las limitaciones para la aplicación de procedimientos diagnósticos convencionales, la modificación que sufre la farmacología, los riesgos adicionales de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, cambios en los indicadores de mejoría o agravamiento, son algunas de las peculiaridades de la medicina interna en este tipo de pacientes.
La necesidad de un texto que recopile y sistematice este conocimiento se ilustra en la extensión de su contenido y la visión de los autores que tal vez en algún momento han de haber experimentado su carencia. Hoy esta área resulta una sub (súper) especialidad de la medicina interna y de la obstetricia.
Los límites de ambas áreas, obstetricia y medicina interna, tienden a ser difusos y se marcan sobre todo a partir de la autoevaluación honesta de sus ejecutantes. La paciente, sin embargo, no puede fragmentarse como parece plantearlo el artificio didáctico y operativo de un índice temático. La deconstrucción tiene que seguirse de una reconstrucción. Esta separación permite el acercamiento a la profundidad, pero no debe alejarse de la extensión y de la individualidad.
Los autores de este texto han hecho un gran esfuerzo para prever todas las eventualidades que pueden asociarse con el embarazo. Pero la realidad a veces supera a cualquier planeación, de modo que el estudioso de la medicina interna en el embarazo ha de tener la suficiente flexibilidad para complementar lo que aquí no se diga.
El libro ofrece un amplio catálogo de contingencias, suficiente para planear un evento educativo y un texto de consulta, tanto para internistas como para obstetras formados como para quienes se encuentran aún en el proceso.
El que la iniciativa surja del interior del país concede un valor adicional al libro, pues seguramente refleja las condiciones de la práctica en su verdadera realidad.