ELSCHNER, GERALDINE. BADEL, RONAN.
Tan pronto como entró en el Louvre, Ángelo la reconoció. La Mona Lisa... Pequeñita, sí, pero... ah molto bella!
Aquella mirada de terciopelo, aquella sonrisa misteriosa... ¿Era posible? !Le estaba mirando, le estaba sonriendo a él! Enamorado, Ángelo se apoderó de la bella florentina, dejando a todo París consternado.