¿Cuáles son las fuerzas misteriosas que sostenen la azarosa cotidianidad de nuestro país?. Las imágenes que en seguida presentamos responden con crudeza: son los cientos de miles de mujeres mexicanas que, realicen o no un trabajo remunerado fuera de casa, día a día cuidan de sus hijos, velan por su educación y bienestar, preparan los alimentos de sus familias, lavan ropa, pisos, baños, sin recibir paga alguna y mucho menos agradecimiento... Y todavía les quedan energías para entregarse amorosas a sus cónyuges. Son mujeres de roble.