Las mujeres han ocupado un lugar primordial en la producción agraria de la Argentina, especialmente en los emprendimientos familiares. Sus roles y trabajos son reforzados a través de los medios de comunicación, de las agencias estatales sus agentes y publicaciones, de las corporaciones agrarias y, además, a partir de la transmisión oral de las tradiciones familiares y sociales. Cada espacio regional otorga una especificidad a los trabajos y lugares asignados simbólicamente a las mujeres, creando para ellas rasgos identitarios marcados por la producción agrícola.
Este libro analiza históricamente el porqué de la escasa visibilidad del trabajo de las mujeres en el campo argentino y, a partir de las experiencias de las protagonistas, se propone descubrir las voces ocultas de aquellas que vivieron y trabajaron en el mundo rural pampeano y norteño a mediados del siglo XX. La historia oral avanza sobre la indocumentación de sus vivencias y revela aspectos complejos de la producción agraria regional que no siempre registran las fuentes impresas.