Un joven licenciado inicia un verano de la década de los sesenta, un viaje que le llevará hasta Inglaterra. Allí continuará un viaje interior y existencial en busca de significados y experiencias de una vida que corre delante de él en forma de recuerdos, imágenes, canciones, grafitis o consignas. La realidad de los actos diarios, de las relaciones con los otros se mezcla con otra realidad que el protagonista persigue en un trayecto en el que los dioses tienen la última palabra.