En Persuasión las peripecias son mínimas y los grandes acontecimientos están casi ausentes. Apenas hay sucesos externos, y buena parte del relato está al servicio de dar cuenta de los pensamientos, esperanzas, zozobras, dudas, inseguridades y recuerdos de la contenida Anne Elliot, cercana en su modo de ser a la Elinor Dashwood de Sensatez y sentimientos, otra gran obra de Jane Austen.
Se trata de un libro que habla de segundas oportunidades y de los intereses económicos como antagonistas de los deseos y sentimientos de los individuos. Algunos estudiosos la han calificado de ?otoñal?, y es un adjetivo que cuadra bien con su tono intimista y melancólico, así como también con su protagonista, que es consciente de que la primavera y el verano de su vida ya se han escapado de manera irremediable. Tal vez, la misma certeza que, al momento de escribirla, tenía la autora acerca de su propia vida.