Adoptada por Constance y John William Winterson el 21 de enero de 1960, una pareja evangélica, creció en Accrington, Lancashire. Educada en la Iglesia Pentescostal Elim, de niña quería ser una misionera y ya a los seis años escribía sermones.1?
Cuando a los 16 años le dijo a su madre que estaba enamorada de otra mujer, esta le dio dos opciones: O te vas de esta casa y no vuelves nunca más o dejas de ver a esa chica.2? Jeannete abandonó el hogar, y esta experiencia la reflejaría más tarde en su ópera prima, Fruta prohibida, que publicó a sus 24 años. Después, en 1990, la novela sería adaptada por la BBC para una miniserie con guion de la autora.
A esta novela le han seguido más de una veintena de obras en las que trata frecuentemente el tema de la homosexualidad femenina o lesbianismo. Se la considera una de las mejores escritoras anglosajonas de la época contemporánea.
Winterson tuvo una relación de 12 años con la presentadora de la BBC Peggy Reynolds,3? que terminó en 2002, luego estuvo cerca de seis años, hasta 2007, con la directora de teatro Deborah Warner,4? y después, a partir de 2009, con la escritora feminista Susie Orbach.4? Antes, durante los 80 mantuvo una relación sentimental con la agente literaria Pat Kavanagh que llegó a dejar a su esposo, el escritor Julian Barnes, aunque después regresó a su lado, la que le habría inspirado su novela Escrito en el cuerpo (1992).
Fue condecorada en 2006 con la Orden del Imperio Británico. Colabora en forma asidua con publicaciones periódicas de su país.
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Extraña pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad.
Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes, y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismo diablo se rebeló, buscando el placer en la piel de otras mujeres y encontrando en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
Eso y mucho más es lo que ofrecen estas páginas excepcionales, donde alegría y rabia andan de la mano: un libro de memorias destinado a convertirse en un clásico de la literatura contemporánea.
«Necesitaba palabras porque todas las familias infelices sellan un
pacto de silencio. Quien rompa ese silencio jamás será perdonado.
Él o ella tendrá que aprender a perdonarse a sí mismo.»
Jeanette Winterson
La autora ha dicho:
«He escrito muchas obras de ficción, pero ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?... ¿qué es en realidad? ¿Unas memorias? Tal vez. ¿Una autobiografía? Quizá. Para mí es un experimento con las vivencias. Un relato de mi vida aunque deje de lado los veinticinco años del medio. La historia de cómo fui a caer con unos padres evangélicos pentecostales, que me adoptaron y se empeñaron en que fuera misionera y salvara almas en países tropicales, y de lo que sucedió cuando me enamoré de una chica, cuando los libros entraron en mi vida, cuando me marché a Oxford, cómo me convertí en escritora y cómo sobreviví a todas las cosas extrañas que han constituido mi vida. No son unas memorias tristes: es un libro sobre la esperanza, sobre los cambios, sobre la buena suerte y las oportunidades, y te reconfortará.»
La crítica ha dicho sobre el libro...
«¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? se envuelve con el celofán del humor, que disfraza su vida dickensiana de digerible aventura literaria. Winterson ha escrito su autobiografía como la más subyugante de sus novelas.»
Tereixa Constenla, El País
«El libro más conmovedor de Winterson. Y además, de un humor vibrante. Deslumbrante en muchos sentidos, pero lo que más impresiona es la profunda simpatía que nos inspiran quienes lo protagonizan.»
Zoe Williams, The Guardian
Y sobre la autora...
«Winterson [...] a través de la heterodoxia de sus textos, dinamita categorías, vocabularios y convenciones tristes. Una escritora maravillosa.»
Marta Sanz, Babelia
«Jeanette Winterson es una fuerza desatada de la naturaleza. Ella sola es el cambio climático entero.»
Carmen Morán Breña, El País
«Mientras la mayoría de autores y autoras se limitan a regurgitar la imaginación de sus antecesores, [...] esta inglesa rebelde se pone la literatura por montera y la reinventa.»
M. Ángeles Cabré, Babelia
«Una autora de extraordinaria sensibilidad cuya obra es devota de Virginia Woolf.»
Jacinto Antón, El País
«Una escritora outsider de referencia en Inglaterra.»
Esther L. Calderón, Divinity
«Lo que es seguro es que Jeanette Winterson siempre podrá seguir evolucionando; evocar nuevos paisajes, nuevos cuerpos, nuevas personalidades, es parte de su naturaleza.»
Harper's Bazaar