Al triunfar la República contra la Intervención y el Imperio, los liberales conquistaron el poder en México, pero fueron consumidos por la discordia, divididos con respecto de la reelección del presidente Juárez. Unos estaban a favor; otros estaban en contra. Los que estaban en contra postularon la candidatura de Porfirio Díaz, el general más popular del Ejército de la República, hasta entonces amigo y aliado de don Benito.