En La posada del dragón volador el novelista y periodista irlandés Le Fanu combina originalmente el terror con una trama policíaca. A partir de la trama y ambientación de lo que parece al principio una divertida historia de aventuras, la tensión va creciendo al irse insertando y combinando progresivamente elementos macabros, terroríficos y policíacos, salpicados por toques extranaturales, hasta llegar a una situación insoportable de horror que muy bien podría dar respuesta a la pregunta de cuál es la situación de espanto más extrema que puede experimentar un ser humano.
En un alarde de maestría literaria, que justifica su fama de maestro del terror, Le Fanu en esta obra hace desaparecer la frontera entre la vida real y las más abominables angustias del mundo de la pesadilla. Quizás influenciando porque, en los últimos años de su vida se sintió progresivamente obsesionado por la idea de que fuerzas hostiles de ultratumba lo perseguían.
Sus novelas, así como sus relatos de tema sobrenatural, lo sitúan en la cumbre de la literatura fantástica y de terror de todo tiempo. Sin duda influyó en la obra de otro escritor irlandés, Bram Stoker, cuya exitosa novela Drácula está en deuda con un relato de Le Fanu. Aunque su fama se menguó con el paso del tiempo, su figura ha ido renaciendo con la aparición de nuevas ediciones y adaptaciones escénicas de su obra, logrando el reconocimiento por su aportación a la narrativa de terror.