Este libro es un tratado de lingüística a escala humana. "Quisiera hablar no sólo de los lenguajes triunfantes, creadores, comunicativos, sino también de los lenguajes fracasados, de las incomprensiones y malentendidos", dice el autor, que añade: "He supuesto que a mis lectores, que son para quienes trabajo y los que me pagan por hacerlo, les interesaría conocer el papel que el lenguaje juega en sus vidas. ¿Por qué nos hablamos continuamente? ¿Por qué nos hacemos preguntas que nosotros mismos tenemos que contestar? ¿De dónde vienen las frases? ¿Cómo se nos ocurren las ocurrencias poéticas o ingeniosas o irónicas o crueles? ¿Por qué nos ahogamos en malentendidos?" Los formalismos han alejado la palabra del mundo de la vida donde nació, y conviene devolverla cuanto antes a su país de origen para recuperar su sentido. José Antonio Marina traza una genealogía del lenguaje haciendo una teoría del sujeto hablante. Es el hombre quien da sentido a las cosas.