La estética, antes de ser el carácter mismo del arte, es un hecho fundamental de la sensibilidad humana. El sentimiento estético es un sentimiento de placer, que se puede intensificar en el maravillamiento y en el bienestar. Puede ser suscitado por un espectáculo natural o una obra de arte pero, también, a través de los objetos o las obras que estetizamos. ¿De dónde viene la creatividad artística? ¿A qué llamamos inspiración o genio? Desde el trance del chamán al ejercicio del poeta, desde la mimesis del escritor a la del comediante, ¿cuál es la experiencia vivenciada del artista? Desde Lascaux a Beethoven, desde Dostoievski a Orson Welles, en este ensayo Edgar Morin convoca las obras y los artistas que lo han marcado y acompañado para demostrar la profundidad de la experiencia estética. Las grandes obras no solo son "entretenimiento", también nos brindan una comprensión de la condición humana, en sus comedias y en sus tragedias