La vida del ministro de Porfirio Díaz, José Yves Limantour es muy conocida, no así la de su padre, Joseph Yves (1812-1885). Si bien recibió de este último fortuna y relaciones políticas, ¿por qué el poderoso ministro y excelente abogado internacional ocultó la vida de su padre y no defendió su honor? ¿Conflicto de ideas o ingratitud? Es tanto más sorprendente, ya que su padre tuvo una vida excepcional: marinero francés, hijo de un simple guardián, desembarcó en México en 1841 sin relaciones ni conocimiento del idioma español. Murió en la Ciudad de México, rico e influyente, después de haber dejado su huella tanto en la historia como en los mapas estadounidenses.