A lo largo de todo este libro, Valeria atravesó un campo minado.
Llegó sana y salva a la página final, gracias a su prosa certera, a su arduo trabajo de investigación y a su envidiable capacidad de combinar imágenes y palabras.
Yo le diría: gracias por la gracia con que has sabido contar la desgracia.
Eduardo Galeano