MENDIZABAL BERMUDEZ, GABRIELA (COORD.)
El quehacer de los trabajadores académicos, en específico de los profesores universitarios, se ha diversificado en todo el mundo en las últimas décadas. Sus actividades incluyen docencia frente a grupo, tutorías, seguimiento a las trayectorias escolares, producción de material en apoyo a la docencia, generación y aplicación de conocimiento científico y tecnológico y la participación en las actividades de gestión de las universidades. Para ello se han establecido, como parte de una política nacional, diversas formas de evaluación de la productividad académica, la cual es recompensada por becas que otorgan programas como el Promep, la beca al Desempeño Docente o el ingreso al Sistema Nacional de investigadores del Conacyt.
Esto ha hecho que el ingreso económico de los trabajadores académicos en las universidades esté compuesto por su salario y becas que dignifican sus ingresos económicos, sin embargo, al momento de llegar a la edad de jubilación las condiciones cambian de universidad en universidad, e invariablemente, a pesar de que se trata de trabajadores formales, los ingresos económicos obtenidos durante el periodo laboral no garantizan el monto de pensiones dignas al momento de jubilarse, puesto que para el cálculo de las mismas se toma como base en algunos casos sólo el salario y no los complementos.
Por ello, este libro recoge las opiniones de especialistas en el tema, donde mediante una investigación colectiva se analiza toda la problemática en torno a las pensiones de los trabajadores académicos en las universidades mexicanas, adicionado con el ejemplo de dos países más: España y Alemania. Se trata, sin duda, de una lectura obligatoria para estudiosos del Derecho del Trabajo y segurólogos sociales, pero principalmente para los trabajadores universitarios, como inicio de la preparación que cualquier persona debe llevar a cabo para su jubilación: informarse.