Tránsito es un poemario donde el activismo de Elena Flores pasa a ser el eje central y único de su poesía. La lucha contra la LGTBIfobia y la cultura del género engendrada por el patriarcado es la abanderada principal de estos versos, que se constituyen como una guía que intenta iluminar el cambio hacia una identidad sociocultural que se enfrenta a lo que el mundo entiende por normalidad.
De esta forma, la autora intenta empatizar con un colectivo ampliamente invisibilizado, asumiendo el acto político que supone enfrentarse a las normas que la sociedad inculca a su ciudadanía; convirtiendo así su poesía en un canto por la valentía de un grupo que se enfrenta al ideario social vigente.