¿Cómo se explica la pasión de un hombre por una mujer con la que sabe que llevará una vida desgraciada? ¿Cómo podemos amar aquello que nos destruirá? El joven Mortimer, un melancólico que tiene «la sensibilidad del poeta sin su voz», adquiere inesperadamente el don de leer el pensamiento de los demás: sólo una persona se le resiste y es la prometida de su hermano mayor. Sin embargo, una visión le anuncia que se casará con ella.
Obra atípica en la producción de George Eliot, El velo alzado, publicada en 1859 en la Blackwoods Edinburgh Magazine, es una nouvelle con sorprendentes elementos góticos y fantásticos que uno no suele asociar con la autora de Middlemarch. Pero el lector reconocerá sin duda su huella en la sutileza y la profundidad del estudio de una personalidad tortuosa y en la compleja recreación de un amor en el que conviven la fascinación y la mezquindad.
Mary Ann Evans, George Eliot para la historia de la literatura, nació en 1819 en Chilvers Coton (Warwickshire), hija de un agente inmobiliario. A los ocho años se la consideraba ya «fuera de lo normal» por su peculiar inteligencia y brillantez; a los diecisiete confesaba su agnosticismo y su padre, que le había dado una rigurosa educación religiosa, la echó de casa. Subdirectora de la Westminster Review, el foro intelectual progresista más importante de su tiempo, fue animada a dedicarse a la literatura por el crítico George Henry Lewes, que llegaría a ser su compañero prácticamente para el resto de su vida: decidieron vivir juntos a pesar de que él estaba casado.
Las primeras novelas de George Eliot, situadas en su Warwickshire natal, tienen cierto aire idílico: Escenas de la vida parroquial (1858; ALBA CLÁSICA núm. XVII), Adam Bede (1859), El molino del Floss (1860; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XVII), Silas Marner (1861), aunque algunos relatos y novelas cortas como El velo alzado (1859; ALBA BREVIS núm. 7) y El hermano Jacob (1860; ALBA CLÁSICA núm. LXXI) anunciaron ya a una escritora de gran ambición y originalidad. Con la novela histórica Romola (1863) inició su etapa de madurez, a la que pertenecen Felix Holt (1866), Middlemarch (1871-72; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. VI) y Daniel Deronda (1876).
A la muerte de Lewes en 1878, se ocupó de concluir la obra más importante de éste, Problems of Life and Mind. En 1880 se casó con el agente de bolsa John Walter Cross, pero en diciembre de ese mismo año falleció en Londres.