La vida es frágil, sin duda, pero el amor siempre resiste, nunca se rinde, nunca se va. Sólo hay que cambiar los empujones violentos por avances enérgicos, los pasos hacia atrás por impulsos adelante, los hundimientos por nuevos paisajes.
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información