Las almas trascienden, se elevan, vuelan en círculos y luego son llamadas a reencarnar. El tiempo que transcurre entre esas etapas es absolutamente arbitrario. las unidades de medidas temporales han sido inventadas por la carne,pero en otros planos de existencia todo esto se desvanace; los segundos duran años y las semanas una eternidad. Cada alma decide de acuerdo a su experiencia previa en dónde quiere iniciar el nuevo punto de partida y retomar esa sabiduría anncestral. El único requisito es que todo cuanto ha vivido será removido de su memoria estándar y almacenado en esa memoria priomigenia a la nque es sumamente difícil acceder en estado de vigilia. La vida y la muerte no son más que agua del mismo río, en un constante y repetido fluir.