Libros de Horace McCoy
Debería haberme quedado en casa
2010
Di adiós al mañana
1948 (2008)
Luces de Hollywood
1938 (1980)
¿Acaso no matan a los caballos?
1932 (2007)
Los sudarios no tienen bolsillos
1930 (2009)
Una historia de gánsteres contada por un ganster, relata como un miembro de la sociedad honorífica universitaria Phi Beta Kappa logra convertirse en un criminal salvaje y completamente inmoral, un hombre cuyo desprecio por la ley, el orden y la vida humana le conduce sin remedio a una carrera de absoluta perversidad.
"Despídete del mañana" es la obra más abiciosa de McCoy y la base de inspiración de una de las grandes películas de gánsteres protagonizadas por James Cagney.
Horace McCoy nació en Pegram (Tennessee) en 1897. Durante la Primera Guerra Mundial, McCoy sirvió en el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos. Voló en varias misiones tras las líneas enemigas como bombardero y como fotógrafo de reconocimiento. Fue herido en combate y recibió la Croix de Guerre del gobierno de Francia por su heroísmo.
Entre 1919 y 1930 trabajó como periodista deportivo para el Dallas Journal en Texas, y a finales de los años 20 empezó a publicar historias del género pulp. Durante la Depresión, McCoy se trasladó a Los Ángeles en un intento por ser actor. Como tal trabajó en The Hollywood Handicap (1932). Uno de sus trabajos en Santa Mónica le proporcionó inspiración para una de sus obras más conocidas, They Shoot Horses, Don't They? (¿Acaso no matan a los caballos?), que narra un maratón de baile. Otras novelas con elementos autobiográficos son I should have stayed home (Luces de Hollywood), sobre un joven actor que intenta encontrar trabajo en el Hollywood de los años 30, y No pockets in a shroud, sobre un heroico y poco apreciado reportero.
McCoy publicó su novela negra Kiss Tomorrow Goodbye en 1948, y esta fue adaptada al cine en 1950 con el mismo título (en España, Corazón de hielo). El protagonista, el amoral Ralph Cotter fue interpretado por James Cagney en la versión cinematográfica. Además, McCoy escribió abundantes guiones para Hollywood: westerns, melodramas, todo tipo de películas para distintos estudios. Aunque gran parte de su obra de esta época no destaca en ningún aspecto, McCoy colaboró con algunos de los mejores directores del Hollywood de la época, como Henry Hathaway, Raoul Walsh o Nicholas Ray. También fue guionista -aunque no acreditado- de la película King Kong (1933).
McCoy murió en 1955 en Beverly Hills, a causa de un ataque al corazón.