Son muchas y muy relevantes las cuestiones que Félix Temporetti se atreve a abordar en esta obra y, muy de agradecer, el rigor y la seriedad con que lo ha hecho. Es evidente que, como sucede con cualquier aportación original al conocimiento humano, son más los interrogantes que abre que las respuestas definitivas que encuentra. (...)
Todos los seres humanos adquirimos tal condición gracias a la educación. Hay, por tanto, buena y mala educación. Las páginas que siguen nos obligan a revisar los criterios con los que definimos las prácticas educativas como positivas o negativas. (...)
¡Eso no se dice! esta´ atravesado, de la primera a la última página, por una defensa lúcida y bien articulada del protagonismo de los niños en el proceso educativo. El estudio de las malas palabras se convierte así en el punto de apoyo de una poderosa palanca intelectual para abordar el papel de la cultura y de la educación en el desarrollo infantil.
(Del prólogo de Josetxu Linaza, Universidad Autónoma de Madrid, Julio de 2004).