En tiempos de ampliación de derechos en educación, identidad y género e implementación de nuevas propuestas de educación sexual en las escuelas, este libro significa un importante aporte al debate.
Guadalupe Molina articula en esta investigación ejes complejos: escuela secundaria, adolescentesjóvenes, género y sexualidad. Problemáticas que pone en diálogo a partir de la pregunta por los modos de hacer género entre estudiantes. El enfoque teórico-metodológico que ordena la indagación es el socioantropológico y su resultado es una etnografía escolar.
Tiene la virtud de ser una etnografía con un prolongado trabajo de campo, que posibilita seguir el derrotero de instituciones y sujetos en el tiempo. (2004 a 2010).
El texto tieme por momentos la frescura y el desparpajo de la palabra joven de los y las estudiantes, pero también la crudeza y frontalidad con que muchas veces plantean y toman importantes decisiones de su vida; ello va hilvanado en una escritura fundamentada conceptualmente y a la vez amable, accesible para un público no especializado y rigurosa al mismo tiempo.
Así como las y los jóvenes interpelan a la escuela desde sus prácticas cotidianas y se anticipan a los adultos e instituciones en materia de género y sexualidad, el libro interpela a quienes trabajan en educación, pero sin juicios ni acusaciones, solo buscando comprender, desnaturalizar, poner en relación para aportar a construir una propuesta educativa más cercana a las realidades estudiantiles de nuestras escuelas públicas y preparada para aprovechar todas sus potencialidades.
